La evaluación es el proceso de descubrir cuántos de los resultados esperados ofrece realmente una experiencia de aprendizaje. El propósito de la evaluación es probar de manera integral si la experiencia de aprendizaje es realmente efectiva. Y orientar a los docentes para lograr los resultados deseados. El proceso de evaluación es esencialmente el proceso de determinar en qué medida el currículo y la enseñanza logran realmente sus objetivos.
En cuanto a los resultados de la evaluación, Taylor cree que no debe ser una única puntuación o un único término descriptivo, sino un diagrama anatómico que refleje la situación actual del alumno. La evaluación en sí tiene como objetivo que los profesores, estudiantes y personal relacionado conozcan la eficacia de la enseñanza.
Determinar los objetivos educativos
Los objetivos de la educación son muy críticos. Primero, para elegir sabiamente los objetivos educativos, se debe considerar información como las necesidades de los estudiantes, la vida social contemporánea y el asesoramiento de expertos en la materia; segundo, examinar los objetivos seleccionados a través de conceptos educativos y teorías de aprendizaje y, finalmente, establecer los objetivos educativos de cada uno; Objetivo Incluye aspectos tanto de comportamiento como de contenido para clarificar las responsabilidades de la educación.
Taylor cree que las metas son metas deseadas conscientemente, es decir, los resultados que el personal escolar espera lograr. Los objetivos de la educación son seleccionar materiales, delinear el contenido, desarrollar procedimientos de instrucción y establecer estándares para pruebas y exámenes. Los principios curriculares de Taylor enfatizan el papel principal de los objetivos curriculares.