Cronología natural de la entomología forense

Desde la perspectiva de la entomología forense, insectos como mosquitos, moscas, hormigas, abejas, mariposas, polillas y escarabajos pueden tener gran importancia en la resolución de crímenes. Entre ellos, los mosquitos y las moscas se sienten atraídos fácilmente por los cadáveres en las etapas temprana y media, especialmente las moscas (moscas), que pueden oler el olor a sangre y correr a la escena del asesinato dentro de más de 10 minutos después del asesinato; mientras que los escarabajos aparecen, significa que el difunto ha sido asesinado durante mucho tiempo. Desde la aparición de un cadáver hasta las diferentes etapas de descomposición y descomposición, los cambios en la composición y cantidad de diferentes especies de insectos son un ejemplo típico de sucesión de comunidades ecológicas y el principio más básico de la entomología forense. El cuerpo de una mujer fue encontrado en una ciudad de Estados Unidos. Investigadores criminales determinaron que había desaparecido cuatro días antes de que se encontrara el cuerpo. Fue vista con un oficial de policía temprano en la mañana del día de su desaparición. Varios hechos convirtieron al policía en el sospechoso natural, y la estimación del momento exacto de la muerte de la niña se convirtió en la clave para identificar al sospechoso.

Los investigadores observaron y recogieron muchas larvas de mosca, adultos y otros tipos de insectos de las heridas de las víctimas. Algunos se conservaron vivos en pequeños recipientes y luego se utilizaron para criar moscas adultas; otros se conservaron inmediatamente en líquido de embalsamamiento;

Los entomólogos forenses miden la longitud del cuerpo de las larvas de mosca (gusanos) basándose en las especies y patrones alternos de insectos que aparecen en el cadáver, o en combinación con la temperatura ambiental, la humedad y otras condiciones, y luego estiman aproximadamente las larvas. Edad de crecimiento, utilizada para inferir el tiempo entre muertes. El segundo método también se conoce como "inferir el momento de la muerte basándose en el crecimiento de gusanos en el cadáver".

A través de un análisis exhaustivo de una gran cantidad de evidencia relevante, los entomólogos determinaron que la primera colonización de insectos en el cuerpo de la víctima ocurrió 4 días antes de que se encontrara el cuerpo, es decir, 4 días después de la muerte de la víctima. Una vez determinada la hora de la muerte, continuó el interrogatorio del sospechoso. Finalmente, el oficial tuvo que admitir que ese día golpeó a la joven entre 6 y 8 veces con un hacha, provocando la muerte de la víctima.

El cuerpo de un niño fue encontrado en un campo arenoso cubierto de maleza en el suroeste de Estados Unidos. Los investigadores recogieron material granular de forma irregular de la superficie del ojo izquierdo de la víctima. Las pruebas demostraron que eran huevos de mosca azul. Los investigadores llevaron los huevos extraídos del campo al laboratorio, simularon el ambiente en el lugar y los cultivaron hasta que alcanzaron la etapa larvaria. Descubrieron que estos insectos eran un grupo de larvas de tripano en espiral. Basándose en datos meteorológicos y la biología del desarrollo de la mosca, los investigadores determinaron que los huevos fueron puestos aproximadamente entre 24 y 36 horas antes de que se descubriera el cuerpo. Posteriormente, los investigadores concluyeron que la víctima fue asesinada 36 horas antes de que se encontrara su cuerpo.