Excelentes artículos de la ciudad de Wenzhou, provincia de Zhejiang, en los últimos años.

A partir de entonces

Cuando llega el crepúsculo, una voluta de humo se eleva no muy lejos, besando el cielo con seguridad. A partir de ese momento las personas terminan su jornada laboral y comienzan a reunirse con sus familias.

Este es mi recuerdo. He estado lejos de mi ciudad natal durante mucho tiempo y poco a poco me olvidé de sus voces y sonrisas familiares, y de la apariencia y el aroma del humo de la cocina.

Un día estaba trabajando duro e inexplicablemente recordé que hacía mucho tiempo que no llamaba a mis abuelos y los extrañaba mucho. No pude evitar marcar ese número familiar pero desconocido. La voz del abuelo llegó desde el otro extremo del teléfono. Me preguntó con preocupación sobre mi vida reciente. El sonido es un poco ruidoso. Como puedes imaginar, la gente ya está de camino a casa a esta hora. Me pareció ver un poco de humo borroso elevándose y recordé jugando a la rayuela con mis amigos frente a la casa. "Todo está bien." Sólo pude decir brevemente porque ya estaba llorando.

Decidí volver a mi ciudad natal para ver a mis abuelos y ver el humo de la cocina perdido hace mucho tiempo.

El coche iba tan rápido que me bajé del autobús en la estación antes de tener tiempo de recordar el paisaje de mi ciudad natal. De repente tuve una sensación de miedo. Afortunadamente, el tío mayor que sostenía la azada me sonrió, sus dientes blancos brillaban con una belleza saludable, lo que lo hacía sentir muy cómodo.

De camino a casa, miré a mi alrededor, buscando el humo en mi memoria. Pero parece que Harry Potter lo hizo invisible. Se necesita mucho tiempo para ir despacio, pero eso es lo que se tarda cuando el camino es corto. Me sentí un poco decepcionado y sentí que había perdido el entendimiento tácito con mi ciudad natal y el humo.

El cielo se oscureció rápidamente. Caminé a casa rápidamente. De repente, todo su cuerpo se estremeció y se congeló. Frente a mí hay un humo tenue, con un leve grano amarillo, que se eleva lentamente y con calma. Había una brisa y un olor real llenó mi nariz. Sentí un fuerte calor, el olor de mi ciudad natal.

A partir de este momento, mi corazón y mi ciudad natal están muy unidos a todo, y sé que siempre estarán ahí.

Abrí los brazos y corrí a casa. Y el humo, como una flor desconocida, florece levemente Cuando sopla el viento, el dulce polen se desborda en mi corazón.

A partir de ese momento supe que mi ciudad natal siempre existiría, tan real como el humo, impregnando cada rincón de mi corazón y acompañando cada paso de mi vida.