Hoy mis padres no están en casa. Me sentí mal, tenía tos y secreción nasal. Creo que tengo un resfriado. Pensé que debería ver a un médico yo solo ahora que soy mayor, así que fui a ver a un médico con mi dinero de bolsillo. Cuando llegué al hospital, me inscribí en pediatría en la ventanilla de registro tal como lo había hecho mi madre antes. Tomando el formulario de registro, fui a la sala médica pediátrica según el número de la casa. Le di el formulario de registro al médico. El médico me preguntó qué me pasaba y le dije cómo me sentía. El médico me pidió que abriera la boca y me mirara la garganta y dijo que tenía la garganta inflamada. También tomé un termómetro para tomarme la temperatura y afortunadamente mi temperatura era normal. Entonces el médico me recetó un medicamento y me dijo que lo tomara a tiempo y que me cuidara bien. También siguió elogiándome por ser sensato. Cuando llegué a casa, tomé el medicamento según las instrucciones del médico. Cuando mis padres regresaron, les conté sobre el tratamiento médico. Siguieron sonriendo felices y elogiándome por haber crecido. Soy un buen chico. Después de escuchar los elogios de mis padres, me sentí eufórico y sentí que había crecido y podía cuidar de mí mismo.
Solicitar una composición en inglés sobre la experiencia de estar enfermo y consultar a un médico.
Hoy mis padres no están en casa. Me siento incómodo. Tengo tos y secreción nasal. Creo que estoy resfriado. Pensé que debería ver a un médico cuando sea mayor, así que tomé el dinero que ahorré para ir a ver a un médico. Cuando llegué al hospital, descubrí que su madre se había registrado como pediatra en la ventanilla donde se había registrado antes. Dirígete a la sala médica pediátrica con tu registro personal e instrucciones de construcción. Registré una lista y se la di al médico. El médico me preguntó qué me pasaba. Le dije al médico cómo me sentía. El médico me pidió que abriera la boca y me mirara la garganta. Incluso me tomó la temperatura con un termómetro y fue normal. Entonces el médico me dio un medicamento. Si lo tomaba a tiempo, estaría bien. Siempre me elogió por ser muy sensato. Cuando llegué a casa, tomé el medicamento según las instrucciones del médico. Mamá y papá regresaron y tuve que ir a ver a un médico. Se lo di y estaban tan felices que no pude evitar elogiarme por haber crecido y por ser realmente un buen chico. Cuando escuché a mis padres elogiarme, sentí en mi corazón que había crecido y podía cuidar de mí mismo.