Según el anuncio del comité contra el nuevo coronavirus del 4 de enero de 2021, todavía quedan unos 900 refugiados en los campos de refugiados destruidos. Alrededor de 800 refugiados, entre ellos mujeres y niños, están acampados alrededor del campo. Alrededor de 1.700 refugiados enfrentan congelación, hipotermia y COVID-19. Para ello, el nuevo coronavirus proporciona principalmente 3,5 millones de prendas de ropa de invierno, mantas, alimentos, etc. A los refugiados también se les proporcionará atención médica, asesoramiento sobre salud mental y apoyo psicosocial.
El alto nivel de las actuales relaciones exteriores y políticas de seguridad de los países de la UE hace que Borrell haya afirmado en un anuncio público que las condiciones en el campo de refugiados de Lipa son inaceptables y que el apoyo proporcionado por los países de la UE es sólo de emergencia. En el futuro se necesitan medidas a largo plazo, incluida la reconstrucción de viviendas permanentes en zonas abandonadas de la base, para evitar que los expatriados vivan en las calles durante el frío invierno o no reciban toda la asistencia en respuesta a la epidemia de neumonía. Según un aviso anterior de la Oficina Internacional de Inmigración de Hong Kong, el campo de refugiados de Lipa se construyó a principios del año pasado para resolver la situación de hacinamiento en otros campos de refugiados en Bosnia y Herzegovina. 65438 se cerró el 23 de febrero. El campo de refugiados bloqueó los proyectos de agua y electricidad y no estaba equipado con estufas, materiales aislantes y otros equipos aislantes. Después de que la base sufrió daños, muchos expatriados fueron a Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, en busca de ayuda. refugio del desastre. Esto preocupó a la agencia internacional de inmigración de Hong Kong y puede intensificar aún más la situación en Bosnia y Herzegovina. El problema de la diáspora negra.
Además del campo de refugiados de Lipa, en septiembre del año pasado también se produjo un incendio en el campo de refugiados de Molia, el campo de refugiados más grande de Grecia en ese momento. 80 casas en el campo de refugiados fueron reducidas a cenizas, dejando a más de 65.438 2.000 refugiados sin hogar. Posteriormente, la UE no sólo proporcionó ayuda de emergencia a Grecia, sino que también prometió ayudar a Grecia a reconstruir los campos de refugiados.