La vida del entrenamiento militar ha terminado. Este entrenamiento militar me ha beneficiado mucho. Me hizo comprender que la unión hace la fuerza y me enseñó el espíritu de tenacidad e inquebrantable. El entrenamiento militar es como un baño, que nos hace maduros y sensatos. Es una prueba de uno mismo y una mejora de las propias capacidades. El entrenamiento militar significa que ya no somos estudiantes ignorantes de la escuela primaria, sino estudiantes enérgicos de la escuela secundaria. Nos da más paciencia y fuerza cuando enfrentamos dificultades en el futuro. Para que podamos afrontar mejor los reveses en nuestras vidas futuras.
En este entrenamiento militar aprendimos a pararnos en postura militar y caminar hacia adelante... Experimentamos muchas dificultades en el proceso de aprendizaje, pero las solucionamos todas. Pensándolo bien ahora, todavía tengo un regusto interminable. Entre los problemas que resolvimos, el más inolvidable para mí fue cuando nuestra clase mostró los resultados de nuestro entrenamiento militar.
Al final de nuestra vida de entrenamiento militar, el instructor nos dijo que debíamos mostrar los resultados de nuestro entrenamiento militar en la ceremonia de clausura del segundo día, incluidos nuestros pasos de ganso y pasos al unísono, y la transición. entre los dos debe ser natural. Después de escuchar esto, inmediatamente aprendimos en serio este nuevo movimiento por parte del instructor. Vamos paso a paso y nos aseguramos de que cada movimiento sea correcto. Aunque practicamos mucho, muchos estudiantes todavía se equivocan al cambiar entre los dos movimientos. Entonces nuestro instructor realmente conocía este lugar y nos enseñó paso a paso. Aprendimos poco a poco y el instructor enseñó poco a poco. Finalmente, toda nuestra clase resolvió este problema. Pero una vez hecho esto, vino el siguiente problema. El problema es que nuestro lema no es lo suficientemente fuerte. Como habíamos estado parados al sol durante una hora antes, estábamos muy cansados en ese momento y nuestras voces eran débiles cuando gritábamos. Después de mostrarse "débil" una y otra vez, el instructor finalmente se enojó. No queríamos que el instructor se enojara por nuestra culpa, así que todos reunimos nuestras energías y gritamos tan fuerte como pudimos. Aunque los gritos no fueron muy fuertes, hicimos lo mejor que pudimos. Al ver a la maestra sonreír, trabajamos más duro.
Gritar una y otra vez hizo que los estudiantes de otras clases miraran a los estudiantes de nuestra clase.
Al día siguiente, realizamos una ceremonia de clausura. En la ceremonia, actuamos de manera excepcional, con consignas fuertes y pasos limpios, que conquistaron los corazones de todos los líderes de la escuela. Como resultado, nuestra promoción ganó el "Primer Premio de Exposición". Recuerdo que cuando nuestro instructor supo que habíamos ganado el primer premio, se rió muy feliz.
Este entrenamiento militar me hizo comprender el significado de que la unión hace la fuerza.