Cada niño es un individuo independiente, que es lo que los padres deben reconocer primero. Reconocer que los niños son individuos independientes significa reconocer que tienen privacidad y libertad, especialmente libertad de pensamiento y comportamiento. Por supuesto, todo esto se basa en sus correspondientes capacidades de comportamiento. Los padres no deben tratar a sus hijos como si fueran de su propiedad y pedirles que hagan lo que ellos quieren que él (ella) haga y se conviertan en la persona que ustedes quieren que él (ella) sea. Esto no está bien. Debe respetarse su libre desarrollo. Los padres los ayudan a convertirse en quienes necesitan ser.
2 Relaciones iguales
Aunque nuestro país presta atención a la piedad filial, el respeto y el orden, esto no significa jerarquía, sino intercambio igualitario sobre la base del respeto mutuo. Una relación igualitaria es la base de una buena relación entre padres e hijos. Sólo cuando los padres tratan a sus hijos por igual podrán realmente entrar en el corazón de sus hijos y acompañarlos en su crecimiento.
3 Sé tú mismo y sé un buen padre.
Los padres no tienen que dar ciegamente y poner todas sus esperanzas en la vida en sus hijos. En cambio, deben crecer con sus hijos y mejorar unos con otros en el amor. Los padres no se perderán a causa de sus hijos y los niños no cumplirán las expectativas de sus padres. En la relación entre hijos y padres, los padres son los dominantes hasta que los hijos crecen, por eso, para ser un buen padre, primero debes ser tú mismo.