Según la teoría de BIGBANG, el origen del agua se remonta a hace 654.380 millones de años.
En menos de una billonésima de segundo después del Big Bang, la energía que causaba la expansión del espacio hacia afuera se transformó en un baño caliente y uniforme de partículas. Durante los siguientes tres minutos, estos ingredientes primitivos colisionaron, empujaron, combinaron y recombinaron para crear los primeros núcleos del universo. La cosmología moderna describe matemáticamente estos procesos y predice las abundancias cósmicas de los núcleos atómicos más simples: mucho hidrógeno, un poco de helio y un poco de litio.
El oxígeno, un componente importante del agua, no ha existido durante este período, lo que significa que no habrá agua en el universo en poco tiempo. Después del Big Bang, 100 millones de años después, se había formado la primera generación de estrellas. En lo profundo de su ardiente interior, los núcleos atómicos simples se fusionan en elementos más complejos, incluidos el carbono, el nitrógeno y, por supuesto, el oxígeno, pero ni siquiera así se puede crear agua.
Al final de sus vidas, cuando las primeras estrellas se convirtieron en supernovas, violentas explosiones arrojaron al espacio grandes cantidades de diferentes elementos. En ese momento, los átomos de oxígeno y los átomos de hidrógeno finalmente se encontraron y fusionaron para formar una nueva sustancia en el universo: el agua.
A medida que pasa el tiempo, cada vez se produce más agua en el universo, y el proceso de transformación de cada estrella en supernova es también el proceso de producción de una gran cantidad de agua.
El sistema solar nació hace 4.600 millones de años. Se trata de una nueva galaxia formada tras la muerte de una estrella anterior, absorbiendo una gran cantidad de material de la estrella anterior y de sus planetas, incluida agua. La joven Tierra pudo haber obtenido una gran cantidad de agua a partir de colisiones y fusiones con planetas de la generación anterior. Pero la Tierra primitiva no tenía atmósfera y era extremadamente caliente. Incluso si se obtiene agua, se evaporará y dispersará en el espacio, y solo una pequeña parte quedará enterrada a gran profundidad.
Por eso, muchos científicos creen que el agua que hay actualmente en la Tierra puede provenir de cometas y asteroides. Durante miles de millones de años, innumerables cometas y asteroides chocaron con la Tierra, trayendo suficiente agua al planeta.
Pero al fin y al cabo aún no se ha determinado el origen del agua en la Tierra, por lo que también existen teorías sobre la generación del viento solar y del agua propia de la Tierra.