El radar que lleva el F-22 es un radar activo en fase con función de escaneo electrónico y contiene casi 2.000 módulos, que utiliza una única tecnología de sistema integrado en el rango de frecuencia ultra alta. Para mejorar la ocultación, se diseña el estado de funcionamiento pasivo de la estación de radar. Tomando el ALQ-94 como ejemplo, puede proporcionar alerta temprana a aviones enemigos a 400 kilómetros de distancia sin activar el radar activo, lo que garantiza que cuando la estación de radar esté funcionando en estado activo, es poco probable que la señal sea interceptada.
El sistema de aviónica del F-22 adopta los resultados de la investigación de configuración del sistema del proyecto "Gem Bamboo" y una serie de nuevas tecnologías. En esta configuración de sistema reconfigurable, las unidades reemplazables en campo (LRU) se reemplazan por módulos reemplazables en campo (LRM). Cada módulo asume parte del trabajo de todo el sistema de aviónica, y el trabajo realizado por cada módulo está estrechamente relacionado con la fase de vuelo en la que la aeronave realiza su misión.
Información ampliada A finales de los años 1970, según información del departamento de inteligencia estadounidense, las pruebas de los MiG-29 Fulcrum y Su-27 Flanker desarrollados por la Unión Soviética avanzaban a paso firme, lo que suponía un reto para la Fuerza Aérea de los EE.UU. Entonces, en 1981, altos funcionarios de la Fuerza Aérea de los EE. UU. comenzaron la investigación y el desarrollo de aviones de combate de próxima generación, con el objetivo de desarrollar un nuevo avión de combate que pudiera reemplazar al principal F-15 Eagle en ese momento.
En junio de 1981, la Fuerza Aérea de Estados Unidos emitió una solicitud de información (RFI) para el caza táctico avanzado (ATF).
El desarrollo del proyecto será completado por contratistas de defensa. El plan ATF tiene tres requisitos estrictos: sigilo, supercrucero y despegue y aterrizaje cortos.
Enciclopedia Baidu-Caza F-22