Los orígenes de la ópera se remontan a la antigua tragedia griega. Comenzó como una forma de actuación con un toque moderno.
A finales de 2016, en Florencia, Italia, un grupo de celebridades de los círculos culturales y artísticos se reunían a menudo en casas nobles, tratando de crear un arte vívido que combinara poesía y música. Adoptaron una melodía de una sola parte y descubrieron que las notas, cantadas libremente con acompañamiento armónico, podían usarse no sólo en el mismo poema sino en todo el drama. Esta fue la primera ópera, llamada entonces drama pastoral, y luego se extendió rápidamente a varios países europeos.