La fabricación de papel se inventó hace más de dos mil años, utilizando como materias primas la seda, el algodón y el bambú. Después del siglo XIX se utilizó la madera. La gente aprendió a escribir en los periódicos y a recopilarlos en libros. Pero en aquella época sólo se podía hacer a mano un libro a la vez. Como resultado, los libros eran caros y raros. Pocas personas saben leer porque el número de libros es limitado.
Más tarde, los chinos inventaron la imprenta. Los primeros libros impresos se hacían esparciendo tinta sobre una tabla de madera, luego colocando papel sobre ella y extendiendo las palabras. La imprenta se había desarrollado mucho a principios del siglo XI y los libros se podían imprimir mucho más rápido y más barato. Así que cada vez más gente empezó a leer. Desde entonces, el conocimiento y las ideas se han difundido rápidamente, a un ritmo comparable al de la introducción de Internet en el siglo XX.
¿Pero seguirás necesitando libros en el futuro? Hoy en día, la información se puede recibir online o descargar de Internet en lugar de buscarla en libros. La información se puede almacenar en dispositivos como CD-ROM o mp3. Estos dispositivos son más pequeños y livianos que los libros, por lo que son muy fáciles de transportar.
Las computadoras ya se utilizan en las aulas y los periódicos y revistas se pueden leer en línea. Entonces, ¿algún día los libros serán reemplazados por computadoras? No, ¡no creo que el póster de Yao Ming en la pared de mi habitación sea reemplazado por una computadora de dos metros de altura!