Permite que los niños expresen sus emociones.
Cuando un niño comete un error, primero debemos dejarle expresar sus emociones y luego guiarlo cuando se calme, para que se dé cuenta de su error y esté dispuesto a aceptar el castigo. De esta forma, los niños comprenderán mejor su propio comportamiento y sabrán afrontar los problemas correctamente.
Dejar que los niños piensen y resuelvan problemas por sí mismos
Cuando los niños cometen errores, podemos intentar dejar que piensen por sí mismos y resuelvan los problemas por sí mismos. Esto no sólo puede ejercitar su capacidad de autocuidado, sino que también les permitirá aprender a manejar correctamente las relaciones interpersonales. Al mismo tiempo, como padres, debemos educarlos y guiarlos con paciencia, corregir sus errores a tiempo y ayudarlos a crecer mejor.
Bríndeles a sus hijos más estímulo y apoyo.
El estímulo es una fuerza impulsora importante para el crecimiento de los niños. Cuando los niños cometen errores, debemos darles más aliento y apoyo. Cuando hacen algo bien, debemos elogiarlos rápidamente y hacerles saber que su comportamiento es digno de reconocimiento. De esta forma, los niños tendrán más confianza en su vida futura y sabrán afrontar correctamente diversos problemas.