¿Qué nos ha dejado la formación militar? Alguna vez pensé que todo lo que nos dejaba era sudor y piel de color aceite de tung, pero cuando lo enfrenté nuevamente, realmente me di cuenta de su profundo significado. ¿Qué se necesita para tener éxito? El entrenamiento militar nos dice que mientras persistas, el éxito no está muy lejos de ti.
Como miembro del uniforme de entrenamiento militar, una vez más sentí el dolor y la fatiga del entrenamiento militar. Bajo la sombra del árbol, observé a los estudiantes de primer año dar pasos prolijos una y otra vez bajo el sol abrasador. Sus uniformes estaban empapados de sudor, pero todos continuaron siguiendo las instrucciones del instructor, "agacharse", "pararse" y "caminar". , cada paso del camino se completa con cuidado. Después del primer día de entrenamiento militar, en el camino de regreso al dormitorio, escuché la voz del Secretario Bai de vez en cuando. Algunas personas dicen que tienen ampollas en las plantas de los pies y otras dicen que tienen la piel quemada por el sol. Esto me recuerda el entrenamiento militar del año pasado. Pasamos esos diez días bajo un sol abrasador. La piel color árbol de tung de cada uno es testigo de nuestro entrenamiento. Incluso decíamos en broma: ¡El negro es saludable!
Por supuesto, la vida del entrenamiento militar no es sólo aburrida. En los días siguientes, se organizaron actividades como duetos de canciones militares y educación sobre conocimientos de defensa nacional para que los estudiantes comprendieran mejor la tecnología moderna y la situación militar internacional, y comprendieran las obligaciones y dificultades de ser un soldado.
Algunas personas dicen que la mayoría de los encuentros y anhelos en la vida van y vienen como dientes de león, sin dejar rastro alguno. Pero hay algunas cosas sinceras en la vida que vale la pena coleccionar. Los cortos días de entrenamiento militar han eliminado muchos altibajos. Estoy dispuesto a recordar este recuerdo tan inolvidable, dejar que ocupe firmemente mi corazón y considerarlo mi tesoro.
Aunque los días de entrenamiento militar son amargos, saben a café amargo. Al principio pensé que no podría hacerlo, pero me puso a prueba y me hizo perseverar. La victoria siempre pertenece a quienes tienen fe.
Somos una generación que ha crecido en el nuevo siglo y somos felices. Nuestros padres nos han ayudado con todo su corazón desde nuestra inocente y romántica infancia. En su cálido y delicado abrazo, fuimos enseñados por nuestro estricto padre y amados por nuestra amorosa madre. Respecto a la prueba de voluntad, el escritor británico Dickens escribió: "La perseverancia obstinada puede conquistar cualquier cima del mundo".
A través del entrenamiento militar, aprendí autocontrol, amor propio, cuidado personal y superación personal, sin atraer a los padres para que me ayuden a caminar. Siento que cada llanto que recorro deja mis propias huellas. Cuando crezcamos, tenemos que soportar el bautismo del viento y la lluvia, conocernos a nosotros mismos, mejorarnos y mejorarnos en la vida real y en el estudio. De esta manera, nuestro camino se hará cada vez más ancho y un futuro magnífico se desplegará ante nosotros. Sólo así podremos enriquecernos y sentir felicidad.