Del mismo modo, cuando los humanos están confinados en un determinado entorno, pueden tener emociones y reacciones similares, sintiendo que no pueden escapar ni realizar cambios. Esto sucede a menudo debido a un mal ambiente laboral, relaciones poco saludables u otros problemas de la vida.
Para evitar el efecto jaula, debemos ser conscientes de nuestra situación limitada y pensar en cómo crear más libertad y elección. Esto puede incluir encontrar un nuevo trabajo, cambiar una relación existente o reevaluar metas y valores personales. Además, podemos mejorar nuestro estado de ánimo y perspectiva a través de una actitud positiva, ejercicio, relajación y otras técnicas para afrontar mejor los difíciles desafíos provocados por el efecto jaula.