La honestidad es una concha en la playa. Aunque enterrados en la arena, cada uno puede brillar. La honestidad es una flor silvestre en el campo. Aunque pasa muy desapercibido, puede transmitir una fragancia distante. La integridad es el timonel del barco. Con él podrás avanzar con valentía y confianza en la tormenta...
Desde muy pequeños, la maestra nos enseñó a ser niños honestos, es decir, a partir de ese día, "honestos". echa raíces en el corazón de cada niño.
Un día, accidentalmente rompí el querido borrador de mi hijo. Le admití valientemente mi error. Él sonrió y dijo: "No importa". En ese momento, la "honestidad" brotó en mi corazón.
Cuando crecí, prometí llevar mochilas escolares para los demás. Esperé más de tres horas antes de que ella viniera con una expresión de disculpa en su rostro. Sonreí y dije: "Está bien, de nada". Claramente sentí que mi corazón latía. Resulta que la "honestidad" está en los resultados.
De hecho, el proceso de crecimiento de la integridad es así de simple. Necesita ser regado con sentimientos verdaderos y cultivado con entusiasmo para que un día florezca y se convierta en flores hermosas y ordinarias.
En la antigüedad, un vendedor de vacas era ridiculizado como un tonto, pero usaba su sinceridad para ganarse la gratitud y admiración del comprador de vacas, de modo que el mundo lo considerara un modelo a seguir. Ésta es la función de educar a las personas con integridad.
Las abuelas siempre cuentan a sus hijos historias sobre lobos y niños. El discurso de la abuela estuvo lleno de emoción y conmovedor, y los niños escucharon con entusiasmo. Lo tienen presente y cuando llega una crisis lo cuentan todo sin arrepentimientos. Éste es el poder de la integridad: educar a las personas.
La integridad no es sólo honestidad, sino también confiabilidad. Las negociaciones exitosas y los juegos difíciles se basan todos en la integridad. Sólo así podremos volvernos más fuertes entre los fuertes.
La honestidad es una estrella, la estrella más pequeña del cielo, pero se esfuerza por brillar más; la honestidad es una taza de té caliente y fuerte, que hace que las personas cansadas sientan consuelo espiritual e incluso refresco. una semilla en mi mano. Dondequiera que voy, dejo que eche raíces.
La vida es como un vasto océano, donde el viento es fuerte y el mar es peligroso. Todo el mundo es un barco solitario en el mar. Nos esforzamos por adentrarnos en el mar y tenemos un capital fuerte. Entonces, deja que la honestidad sea tu volante. Sólo así no se podrá zozobrar el barco y aniquilar el capital.
Espera hasta el día en que lo logres y huelas su fragancia, puede que olvides tu integridad. Porque es tan simple y desinteresado.
Comentario breve
Este artículo comienza con cosas pequeñas y demuestra la función y el poder de "educar a las personas" con integridad, alabando así la integridad.
¡Absolutamente hermoso! ! !