Así que la verdadera sabiduría no es la de aquellos que sacan una buena mano en la mesa de juego, sino aquellos que saben cómo y cuándo abandonar la mesa de juego.
“El mar está abierto a todos los ríos, y la grandeza está en su capacidad.” Cuando llegas a tu puesto, tu corazón está tan tranquilo como un abismo. Habla con la gente de manera amigable, actúa según las leyes de la naturaleza, haz lo que puedas y aprovecha el tiempo para actuar. Porque no insistir en los resultados no generará resentimiento.
Hay dos formas más sabias. La primera es ayudar a otros a obtener beneficios en lugar de quitarles sus beneficios, para que te sigan lealmente. "Las personas son la fuerza más básica; los sabios no temen a los santos". Mientras tengas la fuerza de los demás, tus logros estarán muy por encima de los demás; el segundo método es permanecer callado y aprovechar los beneficios; que otros han abandonado o no pueden ver. Ésta es la estrategia de lucha de "no luchar", y sus logros serán mucho mayores que los de la gente común.