Este proverbio nos dice que si un pequeño problema no se aborda a tiempo, será difícil solucionarlo si se convierte en un gran problema.
Del mismo modo, es difícil coser diez puntos sin remendar uno.
Había una vez un pastor que criaba un rebaño de ovejas. Debido a que su corral de ovejas estaba en mal estado, apareció un agujero en la cerca. Si el pequeño agujero no se repara a tiempo, se convertirá en un agujero grande. Si aparece un lobo ahora, ¿podrá entrar? Esto significa que si el agujero pequeño no se repara, el agujero grande se verá afectado.
Así que aunque el agujero sea pequeño hay que repararlo, de lo contrario será muy peligroso. Pero en la vida, algunos agujeros son visibles y otros invisibles.