Deseo y razón

En la batalla contra los deseos egoístas, la razón humana debe prevalecer, de lo contrario se convertirá en indulgencia.

Este tipo de guerra ocurre todos los días, la diferencia es grande y pequeña.

Las guerras mundiales son entre países. Nacida de una compleja colección de saqueos materiales y enredos de intereses, la guerra entre la razón y la pasión tiene lugar en el corazón humano.

La mente humana es un campo de batalla, una batalla entre uno mismo y uno mismo, uno son los propios deseos, y el otro es la racionalidad de una vida correcta.

El deseo prevalece y tú haces lo que quieres. Si prevalece la razón, te controlarás bajo la guía de tu conciencia.

Prevalece el deseo, como robar, arrastrar y asaltar. En aras del beneficio, sólo existe un centro para satisfacer los propios deseos.