Por supuesto, ser un verdadero caballero británico no es sólo una cuestión de comportamiento. Cualquiera puede aprender a elegir el color adecuado para un pañuelo o a dirigirse correctamente a un obispo. Para merecer el título de "caballero", es necesario estar formado desde el nacimiento.
Nacido de padres de clase alta, criado por las niñeras adecuadas y asistiendo a una de las pocas escuelas, su próximo viaje será a través de Oxbridge, clubes privados y viajes al extranjero. Su elección de pasatiempos, su elección de vino, su elección de perro, caballo y esposa (en ese orden) dirán mucho sobre su idoneidad para el puesto. Es necesario desarrollar modales impecables, una expresión despiadada y un fuerte sentido del juego limpio. Tendrás dinero pero no hablarás de ello, serás patriótico pero no harás alarde de él, siempre lucirás simpático pero no engreído.
El caballero británico nació en el siglo XVIII d.C. y puede que haya alcanzado su apogeo a principios del siglo XX, pero ahora parece ser una especie en peligro de extinción.