Pídale a un experto que traduzca.

A primera vista, el número de personas infectadas con el VIH (el virus que causa el SIDA) ha disminuido de 39,5 millones a 33,2 millones en más de un año. Según los informes, la epidemia de SIDA de este año proviene de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA, lo que debería ser motivo de alegría. De hecho, lo es, porque significa que menos personas podrán tratar y reducir la infección de lo que se pensaba anteriormente. Pero una caída no es realmente una caída. Más bien, se debe a cambios en las estimaciones de tamaño de manera epidémica.

Si se tiene en cuenta este cambio, el número de infecciones ha aumentado desde el año pasado, pasando de 500.000. Sin embargo, aunque esto no sea necesariamente algo malo, el SIDA es un oxímoron en las noticias mundiales. A medida que los programas de tratamiento se expanden por todo el mundo, las tasas de mortalidad están cayendo. Según las cifras revisadas, el pico letal de este año fue de 2,2 mA en 2005. Ahora, ese número es 2,1 metros. Dado que la retirada de personas infectadas se basa en estadísticas reales (y no en la única forma de contar trucos estadísticos), esto inevitablemente aumentará la tasa de supervivencia y contribuirá a la escala general de la epidemia.

Sin embargo, la buena noticia es que las nuevas cifras confirman sospechas previas de que la epidemia ha alcanzado su punto máximo. El mayor número de nuevas infecciones cada año a nivel mundial fue de 340 en 1998. Esta cifra se ha reducido a 2,5 metros.