La relación de compresión de un automóvil representa la proporción máxima de aire comprimible y mezcla de aceite y aire en el volumen del cilindro del motor. Una relación de compresión más alta significa que el motor puede comprimir más mezcla de aire y combustible en la misma cantidad de tiempo, produciendo más potencia y mejorando la economía de combustible. Por lo tanto, la relación de compresión del vehículo es un parámetro importante que determina la capacidad de potencia del motor y la economía de combustible.
Para diferentes tipos de coches, la relación de compresión también será diferente. Por ejemplo, los autos deportivos de alto rendimiento suelen tener relaciones de compresión más altas, de 10:1 o más, lo que proporciona más potencia. La relación de compresión de los automóviles familiares suele estar entre 8:1 y 9:1, lo que puede proporcionar una potencia moderada manteniendo la economía de combustible. Por lo tanto, la selección de la relación de compresión debe determinarse en función de los escenarios y necesidades de uso del vehículo.
La relación de compresión también determina los requisitos para el número de suministro de aceite del motor. En términos generales, una relación de compresión más alta requiere una cantidad de aceite más alta para garantizar un funcionamiento adecuado y proporcionar un rendimiento óptimo. Por eso, a la hora de adquirir un coche, además de prestar atención al modelo y la marca, también hay que tener en cuenta parámetros clave como el número de aceite y el tipo de motor para elegir el vehículo que mejor se adapte a ti.