La farmacología y toxicología de Diane-35

Propiedades farmacodinámicas La unidad pilosebácea, compuesta por glándulas sebáceas y folículos pilosos, es un componente de la piel sensible a los andrógenos. El acné, la dermatitis seborreica, el hirsutismo en las mujeres y la alopecia androgénica son manifestaciones clínicas de anomalías en este órgano diana, posiblemente debido a una mayor sensibilidad o un aumento de las concentraciones séricas de andrógenos. Los dos ingredientes contenidos en las tabletas de etinilestradiol y ciproterona tendrán un efecto beneficioso sobre el estado hiperandrogénico: el acetato de ciproterona es un antagonista competitivo de la hormona andrógena a nivel del receptor, que puede afectar la producción de andrógenos de las células diana. Produce efectos inhibidores sobre la síntesis hormonal. y puede reducir las concentraciones sanguíneas de andrógenos a través de efectos antigonadotrópicos. Su efecto antigonadotrópico se ve potenciado por el etinilestradiol, que también regula positivamente la síntesis de globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG) en plasma. El resultado es una disminución de los andrógenos libres biodisponibles circulantes. Un gran estudio de cohorte preliminar de tres brazos demostró que entre las mujeres que usaban AOC en dosis bajas de estrógeno (etinil estradiol [0,05 mg]), la incidencia de TEV diagnosticado oscilaba entre 8 y 10 por 10 000 mujeres-año. Datos recientes sugieren que la incidencia de TEV diagnosticado entre mujeres no embarazadas que no usan AOC es aproximadamente de 4,4 por 10.000 años-mujer y oscila entre 20 y 30 por 10.000 años-mujer entre mujeres embarazadas o en posparto. De esta manera, las hemorroides del acné existentes generalmente se pueden curar después de 3 a 4 meses de tratamiento con tabletas de etinilestradiol y ciproterona. El exceso de grasa en el cabello y la piel generalmente desaparece antes. También se reduce la caída del cabello que a menudo acompaña a la dermatitis seborreica. Sin embargo, en mujeres con hirsutismo leve, especialmente aquellas con vello facial ligeramente excesivo, los resultados del tratamiento suelen tardar varios meses en hacerse evidentes después de tomar el medicamento. El efecto anticonceptivo de las tabletas de etinilestradiol y ciproterona se basa en la interacción de múltiples factores. Los más importantes son la supresión de la ovulación y la alteración de la secreción cervical. Además del efecto anticonceptivo, aunque el uso combinado de estrógenos y progesterona tiene las propiedades desfavorables mencionadas en las precauciones y reacciones adversas, también tiene muchas propiedades beneficiosas: el ciclo menstrual es más regular, se alivia la dismenorrea y la cantidad de sangrado. también se reduce. Esto último, a su vez, puede reducir la incidencia de la deficiencia de hierro. ¿Datos preclínicos sobre seguridad? Etinilestradiol El perfil toxicológico del etinilestradiol es bien conocido. Además de lo que se incluye en otros capítulos de este prospecto del producto, no hay otros datos preclínicos relevantes que puedan proporcionar a los prescriptores información de seguridad adicional. Toxicidad sistémica del acetato de ciproterona Los datos preclínicos basados ​​en estudios tradicionales de toxicidad de dosis repetidas no indican un riesgo particular para los humanos. Embriotoxicidad/Teratogenicidad Los estudios sobre embriotoxicidad de esta combinación de ingredientes activos no han mostrado efectos teratogénicos predictivos cuando se usa durante la organogénesis antes del desarrollo de los genitales externos. La administración de altas dosis de acetato de ciproterona durante el período de diferenciación de los órganos reproductivos sensibles a las hormonas puede provocar características feminizantes en fetos masculinos. No se observaron signos de feminización en recién nacidos varones expuestos al acetato de ciproterona en el útero. Sin embargo, el embarazo es una contraindicación para el uso de tabletas de etinilestradiol y ciproterona. Toxicidad para la reproducción y carcinogenicidad Las pruebas aceptadas de primera línea para la toxicidad para la reproducción con acetato de ciproterona mostraron resultados negativos. Sin embargo, experimentos adicionales demostraron que el acetato de ciproterona puede formar aductos de ADN (y mejorar la actividad de reparación del ADN) en células hepáticas de rata y mono y en células hepáticas humanas recién aisladas, y aductos de ADN en células hepáticas de perro en niveles muy bajos. Este aducto de ADN se formó con exposición sistémica y se esperaba que ocurriera bajo el régimen de dosificación recomendado de acetato de ciproterona. El tratamiento con acetato de ciproterona puede causar daño hepático focal, posiblemente precanceroso, in vivo, que se manifiesta por cambios en las enzimas celulares en ratas hembra y mayores tasas de mutación en ratones transgénicos que portan genes bacterianos destinados a la mutación. La experiencia clínica y los ensayos epidemiológicos de alta calidad hasta el momento no respaldan una mayor incidencia de tumores hepáticos en humanos. Los estudios sobre la hinchazón y el dolor causados ​​por el acetato de ciproterona en roedores no han demostrado una tendencia a desarrollar tumores específicos. Sin embargo, hay que recordar que las hormonas esteroides sexuales pueden favorecer el crecimiento de determinados tejidos y tumores hormonodependientes. En general, los resultados del estudio actual no encuentran evidencia en contra del uso de tabletas de etinilestradiol y ciproterona en humanos si se siguen las dosis recomendadas en el etiquetado para una indicación determinada.