1. Entornos institucionales irrazonables: algunos entornos institucionales escolares son demasiado complejos, con situaciones superpuestas o superpuestas, lo que resulta en un desperdicio de recursos y una gestión caótica.
2. Personal insuficiente: Algunas escuelas carecen de personal científico, con personal insuficiente o excesivo, lo que resulta en una baja eficiencia en el trabajo o un desperdicio de recursos.