Todos los animales tienen deseos de cortejar y aparearse. Pero los besos y el sexo no están directamente relacionados. La palabra romántico es la clave. Distinguir entre romance y sexo, amor y noviazgo. Francamente, el sexo es el instinto de apareamiento de todos los animales. Aunque besar suele ser el primer paso en el sexo, no existe una conexión necesaria entre el beso y el sexo. Para decirlo poéticamente, el amor es amor. Puede presentarse en muchas formas y aspectos, pero todos en el mundo lo sienten inconscientemente. Muchos filósofos, como Platón, escribieron muchas obras sobre el amor.
El beso romántico en los labios (no sexual) es probablemente una etiqueta para expresar el amor que se ha transmitido desde la Edad Media. Este está lleno de amor verdadero, y es un acto completamente diferente al compromiso y aburrida unión emocional.
El llamado beso romántico apareció por primera vez en los cuentos, leyendas y canciones de los poetas medievales, representando siempre a aquellos amantes mediocres e incompetentes que rompían las ataduras de la sociedad. Un ejemplo de una aventura romántica clásica es "Paolo y Francesca" de Dante del "Infierno" del siglo VIII. ¿La heroína Francesca? ¿Virtud? ¿Es el marido de Rimini John? Malatesta, su matrimonio fue por el bien de la paz entre dos familias opuestas. El padre de la heroína sabe que a su hija no le gustará la fealdad de John, por lo que le pide a Paul, el hermano de John, que se gane su corazón. Francesca se enamora del guapo Paul casi de inmediato y se besan apasionadamente. Esta escena se utilizó posteriormente en muchas otras obras de arte.
La historia de amor de Paul y Francesca es impresionante, pero también trae consigo una tristeza reprimida. Como le dijo Julieta a Romeo en la tragedia amorosa medieval de Shakespeare: "Ahora mis labios son pecadores, porque han tocado los tuyos". Romeo respondió: "¿Mis labios son pecaminosos? Eso también es una dulce tortura". p>
Hoy , podemos encontrar mensajes implícitos de este tipo en casi todas las culturas, ya sea en películas o en novelas superventas. Precisamente porque tenemos derecho a besar para cambiar nuestra vida, no dudamos en besar.