La tarea de la revolución burguesa es luchar contra el feudalismo.
Debido a lo incompleto de la Revolución de 1911, muchos restos feudales quedaron atrás. No fue hasta la finalización de las tres grandes transformaciones en 1956 que el feudalismo en China fue eliminado por completo. Por tanto, la historia ha demostrado que el proletariado también puede dirigir la revolución burguesa.