Composición en una biblioteca cercana.

Al entrar en la biblioteca: las alas del sol subieron hasta la ventana y la luz del sol oblicua se deslizó entre las yemas de los dedos y brilló sobre los libros cuidadosamente ordenados. Esta es una mañana tranquila, sin el ajetreo del pasado, sin los peatones ocupados, sólo el sonido de los libros susurrando... Eres inteligente, tal vez tengas curiosidad, ¿dónde está esto?

Mientras caminaba lentamente, lo primero que me llamó la atención fueron, naturalmente, esos grandes caracteres dorados: ¡Biblioteca! Antes de cruzar la puerta de la biblioteca, un fuerte aroma a libros golpea tu rostro, lo cual es inolvidable.

Cuando entras a la biblioteca, aparece una hermosa imagen: en la biblioteca silenciosa donde casi puedes escuchar tu propia respiración, todos absorben con avidez el conocimiento del libro, por miedo a perderse cada uno. detalle en el libro. Mirándolo así, parece que me quiero tragar el libro entero...

Aunque la biblioteca no es grande, no está nada abarrotada. Los libros están colocados de forma ordenada y ordenada, y la gente se sienta en silencio, despacio, despacio, sumergida en el mar de libros.

La impetuosidad del pasado hace tiempo que se diluyó con el alimento espiritual de los libros y desapareció sin dejar rastro. Siéntate tranquilamente, sosteniendo un libro, disfrutando de la frescura y elegancia del libro. Biblioteca, ¡qué palabra tan familiar! ¡Vayamos a la biblioteca tranquila y repleta de lecturas que nos rodea y disfrutemos del mar de libros!