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En el minuto 63 de partido, el portero colombiano Luis Martínez sacó el balón en su propia área y se lanzó al ataque. Lo que es seguro es que a ningún portero del mundo se le ocurriría marcar directamente desde su propia área. Sin embargo, el tiro involuntario de Martínez hizo que el balón volara directo a la portería rival como una paloma con alas. Cuando el portero polaco Kuszczak reaccionó, el balón que rebotaba ya había pasado por encima de su cabeza.
Con el "misil de ultra largo alcance" de Martínez a 100 metros de distancia, Colombia finalmente derrotó a Polonia por 2:1. Los aficionados polacos que no podían reír ni llorar sólo pudieron desahogar su depresión interior con olas mexicanas en las gradas.