Urgente, habla despacio. En una emergencia, si puede calmarse y pensar con claridad, dejará una impresión estable en el oyente, aumentando así la confianza de los demás en usted.
Pequeñas cosas, dijo con humor. Especialmente algunos recordatorios amables, dichos en tono de broma, no harán que el oyente se sienta rígido.
En caso de duda, hable con precaución. Si puedes decir algo de lo que no estás seguro en términos estrictos, eres una persona digna de confianza.
No digas tonterías sobre cosas que no sucedieron. Si nunca especula ni dice tonterías, la gente pensará que es educado y responsable.
No digas tonterías acerca de que no puedes hacerlo. Si no prometes fácilmente cosas que no puedes hacer, el oyente pensará que eres una persona que "hace lo que dices" y está dispuesta a creerte.
No digas palabras hirientes. No es fácil herir a otros con palabras, especialmente entre personas cercanas a ti. No digas cosas hirientes a los demás.
No le cuentes a todo el mundo cosas tristes. Cuando la gente está triste, todos tienen ganas de hablar. Si conocen a una persona, fácilmente pueden hacer que el oyente sospeche y se sienta alienado.
Ten cuidado con los asuntos ajenos. Todo el mundo necesita una distancia segura. No comentar fácilmente las cosas de otras personas hará que las personas se sientan seguras en las relaciones.
Ocúpate de tus propios asuntos y escucha lo que los demás tienen que decir. Escuchar las opiniones de personas externas sobre sus propios asuntos puede dar a las personas la impresión de ser humildes y consideradas.
Escucha más y habla menos con tus mayores. A las personas mayores a menudo no les gusta que los jóvenes comenten demasiado sobre sus propios asuntos.
Marido y mujer, hablemos. Entre marido y mujer, lo más temible es culparse mutuamente cuando sucede algo, y discutir entre ellos mejorará la relación entre marido y mujer.
Sobre los niños, ilumínalos. Animar con una actitud amable y firme no sólo agradará a tus hijos, sino que también los convencerá. Según "Life Times"