El llamado Plan Knox proponía dos planes específicos: 1. “Poner todos los ferrocarriles y carreteras de Manchuria bajo una agencia de gestión económica, científica e imparcial de acuerdo con un plan... …Las principales potencias trabajarán conjuntamente compre las acciones y los países pertinentes participarán en la gestión del ferrocarril durante el período del préstamo”.
En segundo lugar, si esta propuesta no se puede realizar plenamente, el Reino Unido y los Estados Unidos pueden controlar Jinai. El plan ferroviario recibió apoyo diplomático y los países relevantes que estaban de acuerdo con la completa neutralización comercial de Manchuria fueron invitados a participar en la inversión y construcción de la carretera y otros ferrocarriles necesarios para el desarrollo comercial y, al mismo tiempo, se otorgaron préstamos a China. Ferrocarriles existentes dispuestos a ser incluidos en este sistema. En pocas palabras, este plan consiste en prestar dinero a China para que pueda recomprar todos los ferrocarriles japoneses y rusos en el noreste de China. Nominalmente son propiedad del gobierno chino, pero en realidad están administrados conjuntamente por cada uno de los países inversores. Si este plan puede realizarse, entonces Estados Unidos y Gran Bretaña estarán en pie de igualdad con Japón y Rusia en el noreste de China.