Poesía y prosa lejana

Los sueños y las metas pertenecen a los esfuerzos presentes.

La poesía y la distancia son las hermosas esperanzas en el corazón.

Después de trabajar duro, levanté la cabeza, me calmé, miré por la ventana el hermoso paisaje de la naturaleza, escuché el canto de los pájaros de la naturaleza y me sentí como un tigre oliendo rosas. Todos estos son regalos de la naturaleza y la brisa primaveral. En este momento, es mejor el silencio que el sonido. Las nubes oscuras de mi corazón, todo el aburrimiento y la impetuosidad, se disipan con mi comprensión y agradecimiento a la naturaleza.

Por el contrario, esta mirada ocasional y este breve silencio trajeron ojos más brillantes, una visión más clara, un estado de ánimo más libre y un alma más pura.

Una vez más, mi sueño original y las metas que me propuse en mi vida ardieron en mi corazón. Son como un tablero de ajedrez en tu mano, reapareciendo en tu mente de manera ordenada.

Cuando zarpemos de nuevo, no importa si el cielo está despejado o si hay relámpagos y truenos.

Porque en el corazón de las personas ganan las ganas de empezar de nuevo desde la poesía y la distancia.