Te envío las primeras tarjetas de primavera y año nuevo cada año. Mi querida maestra, ¡que la primavera te acompañe para siempre!
¿Te desea calidez, alegría y felicidad? ¡Nuestra maestra más querida es como una flor fragante que florece en tu momento feliz!
Eres como una vela, aunque delgada, lleva un poco de calor y un poco de luz, iluminando a los demás y agotándote a ti mismo. Esta dedicación desinteresada es inolvidable.
Tu amor es tan cálido como el sol, tan cálido como la brisa primaveral y tan dulce como la clara primavera. Tu amor es más estricto que el amor de padre, más delicado que el amor de madre y más puro que la amistad. ¡Tú, el amor del maestro, eres el más grande y limpio del mundo!