Un jugador de fútbol fue alcanzado por un rayo mientras disparaba.

Para entender la potencia del rayo debemos observar dos fenómenos diferentes: la caída de un rayo indirecto y la caída de un rayo directo, porque tienen efectos diferentes.

Impacto indirecto: en el caso de un impacto indirecto, el rayo golpea el suelo o la estructura conductora cerca de la víctima en lugar de golpear a la víctima directamente. Cuando un rayo cae sobre el suelo, una valla metálica, un árbol u otro material conductor, se puede transportar una corriente eléctrica desde el punto de impacto hasta las personas cercanas. En este caso, la persona puede sufrir una descarga eléctrica. Por eso, durante una tormenta, debes ignorar los consejos de algunas personas y tumbarte en el suelo. Esto no significa que sea menos probable que te alcancen directamente; simplemente no eres lo suficientemente alto como para que te afecte un rayo, ya sea que estés de pie o acostado. Sin embargo, aumenta significativamente el riesgo de sufrir lesiones por la corriente eléctrica generada por golpes cercanos.

Golpe directo: Un golpe directo tiene un efecto muy diferente sobre la persona o animal golpeado. En un impacto directo no hubo electrocución. Esto parece extraño hasta que se considera el hecho de que la descarga seguirá el camino de menor resistencia, que es la superficie de la piel en lugar de atravesar el centro del cuerpo. Teniendo esto en cuenta, no sorprende que aproximadamente el 88% de las personas que sufren un impacto directo sobrevivan. Las personas que reciben un impacto directo también pueden desarrollar una marca temporal muy distintiva en la piel.

Primero, cuando un rayo cae sobre la superficie del cuerpo, puede fluir hacia el cerebro a través de los oídos, las cuencas de los ojos, la cavidad nasal o la boca, dañando catastróficamente la función no solo del cerebro, sino también del Todo el cuerpo. Función del sistema nervioso autónomo, que regula todos los órganos del cuerpo. Esta teoría está respaldada por el hecho de que incluso si las personas sobreviven a un golpe directo, a menudo experimentan síntomas neurológicos, que incluyen pérdida de memoria, confusión, cambios de humor, dolores de cabeza, alteraciones sensoriales y más. Estos síntomas suelen mejorar con el tiempo, pero pueden ser permanentes. Un segundo posible mecanismo de muerte son las arritmias inducidas por la polarización. Si bien es difícil de demostrar, tiene sentido. La función cerebral es el resultado de muchas polarizaciones y despolarizaciones que ocurren entre las neuronas. Además, el efecto sinérgico de la polarización electroquímica y la despolarización del corazón hace que el corazón lata con regularidad. Cualquiera de las interferencias, o ambas, podrían ser la causa de muerte de las víctimas de la caída directa de un rayo.