Le ruego que traduzca un pasaje del "Decimotercer Comentario General del Volumen Huainanzi".

En la antigüedad, la gente vivía en Zeguo, una ciudad acuática, cavando hoyos en los acantilados a orillas del río. En invierno no soportan las heladas, la nieve y la niebla, y en verano no soportan el calor y las picaduras de mosquitos. Así que el santo construyó casas para el pueblo, con vigas de tejas arriba y aleros abajo, para protegerlas del viento y de la lluvia, del frío y del calor, y el pueblo vivió desde entonces en paz. Yu Bo comenzó a hacer ropa, retorciendo cuerdas e hilos de cáñamo y envolviendo sus dedos alrededor de la ropa tan áspera como una red. Más tarde inventó el telar, que facilitó a la gente tejer telas y seda y les permitió mantener fuera la ropa; frío. En la antigüedad, la gente afilaba piedras para usarlas como arados, afilaba almejas para usarlas como azadas para desmalezar, usaba cuchillos de gancho de madera para cortar leña y usaba tinajas de barro para buscar agua. En este momento la gente está cansada y gana menos. Posteriormente se inventó la azada de trueno para arar la tierra para la siembra, el hacha para cortar leña y el sorgo anaranjado para sacar agua, haciéndolo fácil y rentable.

En la antigüedad, los ríos y los valles profundos bloqueaban las vías de tráfico, haciendo muy incómoda la comunicación entre las personas. Entonces la gente ahuecaba árboles y juntaba tablas de madera para hacer botes y embarcaciones, de modo que personas y productos de todo el mundo pudieran ser transportados e intercambiados por bienes necesarios. Y como la gente está muy cansada después de caminar miles de kilómetros, inventaron los automóviles, que eran arrastrados por bueyes y caballos, para que la gente pudiera viajar largas distancias en automóviles sin sentirse cansada, porque los animales salvajes y los pájaros lastiman a las personas y no pueden defenderse; para que la gente lo haga. El oro y el hierro se forjaron en armas y cuchillos, para que los animales feroces ya no dañaran a la gente. Por lo tanto, cuando las personas se vean obligadas a enfrentar dificultades, se verán obligadas a encontrar soluciones adecuadas, y cuando se vean perturbadas por desastres, inventarán dispositivos defensivos. Las personas usan su inteligencia para evitar cosas que son dañinas y para inclinarse hacia cosas que son beneficiosas.