2. Conocimiento profundo: Los intérpretes no solo deben dominar el idioma del país que interpretan, sino también tener una cierta comprensión de las costumbres y costumbres locales para evitar situaciones embarazosas debido a reuniones y conversaciones cotidianas. A menudo se encuentran diferencias entre diferentes tipos y grupos de personas. Aunque no pueden saberlo todo, tampoco pueden entenderlo todo. Por lo tanto, un intérprete calificado debe tener conocimientos profundos y esforzarse por adquirir conocimientos políticos, económicos, diplomáticos y comerciales.
3. Pensamiento ágil: Para ser un intérprete y traductor cualificado debes dominar el pensamiento ágil, porque la conversación con el cliente no te dará tiempo suficiente para pensar. Cuando escuchas una oración completa, necesitas entenderla al instante, traducirla, expresarla con precisión y al mismo tiempo debe ser concisa y fácil de entender. Esto equivale a jugar un feroz partido de fútbol. Tus compañeros te pasan el balón y tú tienes que tomar la decisión más rápida.
4. Responsabilidad: La responsabilidad es la actitud de ser responsable del propio trabajo, necesaria para un colaborador. Debe establecer una ética profesional, ser responsable de su propia reputación y de la imagen de su país. Debido a que el mercado contacta a invitados extranjeros, cada tarea de traducción debe tomarse en serio.