Para desafiarte a ti mismo, tienes que dejar ir la vida. Tal vez haga demasiado frío a gran altura, tal vez esté muy oscuro más adelante, incluso al anochecer, seguramente estará lleno de nubes cantarinas. Por lo tanto, mientras te derrotes a ti mismo, definitivamente ganarás.
De hecho, la montaña más alta no está alrededor de las personas, sino en sus corazones. En el estudio, en el trabajo y en la vida, el primer paso es un desafío, cambiar hábitos inadecuados es un desafío, responsabilizarse de uno mismo es un desafío, admitir errores también es un desafío...
Érase una vez, Había cuatro viajeros juntos en busca de la legendaria fruta mágica de las hadas. Tienen deseos diferentes, pero todos parten con el mismo propósito. Trabajan duro, se ayudan mutuamente, se animan y dan cada paso con dificultad. El cuchillo de trinchar del tiempo ha desgastado la frivolidad de su juventud y grabado las vicisitudes de la vida en sus frentes y comisuras de sus ojos. Empiezan a envejecer. Tres de ellos se dieron por vencidos, pero sólo uno desafió los límites una y otra vez y escapó por poco de la muerte en lo que parecía un largo viaje que había estado realizando durante cincuenta años.
Finalmente un día, puso un pie en un terreno llano. Sus manos y su rostro estaban viejos e inconscientes. Sólo un corazón sigue latiendo con tenacidad. No podía ver ni oír con claridad. Sólo podía palpar la tierra con atención, oliendo la fragancia de las hojas, la densidad de las flores y la fragancia de los frutos. Luchó por coger una fruta blanda, le dio un mordisco y milagrosamente apareció. Vio claramente hileras de árboles frutales. Solo recogiendo tú mismo frutas frescas de hadas podrás obtener la mayor cosecha.
Las tres personas se miraron, ya sea que lamentaran su persistencia o lamentaran no haberse desafiado a sí mismos. ¡Qué pena que hayan fracasado! Esto se debió a que no me estaba desafiando a mí mismo con éxito.
Si pierdes la luna, no puedes perder las estrellas. Trabaja más duro. Hay un sueño por delante, pero los pasos para alcanzarlo son difíciles. El camino a seguir es incierto, algunos son tímidos y otros confundidos. Sólo desafiándote a ti mismo primero podrás desafiar la vida con éxito. ¡Creo que después del bautismo del viento y la lluvia, puede aparecer un arco iris en el cielo!
Debemos afrontar la vida con una sonrisa. Sólo a través de los desafíos podemos perfeccionar nuestra voluntad y alcanzar nuestras carreras.