Los consejeros malversan matrículas y becas: ¿Por qué es más fácil que la "búsqueda de rentas del poder" florezca en la torre de marfil?

Para el entorno de los colegios y universidades, en realidad se trata de una sociedad rural cíclica. Una vez que los estudiantes entran en él, no sólo tienen la identidad de estudiantes, sino también la identidad de individuos en la sociedad local. En este caso, como estudiantes, es fácil que se produzcan interacciones distorsionadas cuando las reglas son vagas. Por ejemplo, la clasificación por antigüedad en el sindicato de estudiantes o los consejeros que reprimen a los estudiantes a voluntad son ejemplos obvios.

Algunos profesores y alumnas incluso tienen relaciones distorsionadas debido a intereses académicos como los trabajos. Estos méritos no son nuevos. Algunos finalmente se cayeron y se convirtieron en un charco de sangre, y otros se convirtieron en escoria escondida detrás del glamour. En resumen, todos estos son insoportables y todos tienen finales retorcidos. Y muestra que los estudiantes se encuentran en una posición relativamente débil.

Sin embargo, a corto plazo, este problema parece difícil de superar. Hasta cierto punto, sigue siendo riesgoso para un estudiante denunciar a sus consejeros y profesores a través de las redes sociales. Una vez que el asunto no está completamente resuelto, es fácil sufrir represalias. Ésta es también la razón principal por la que la mayoría de los estudiantes guardan silencio.

En esencia, la atmósfera actual en los colegios y universidades obviamente ha entrado en el camino de la feria de la vanidad. Tanto profesores como alumnos. Como si el conocimiento no fuera el objetivo principal. Los profesores valoran lo académico por los intereses que hay detrás, y los estudiantes valoran los exámenes porque están impulsados ​​por las bonificaciones de evaluación. Esta fuente anormal de poder hace que el llamado espíritu universitario parezca irreconocible.

Entonces, la razón por la que los estudiantes universitarios de hoy no tienen futuro no es “demasiado sueño” o “demasiado ocio”. Por el contrario, a los estudiantes universitarios les resulta fundamentalmente difícil ser ellos mismos. Si los "estudiantes que estudian bien" no pueden competir con los "estudiantes que vendrán", entonces la llamada justicia es sólo un atajo personal.