Poemas para niños alabando a sus profesores

Recomendación:

1. "¿Cómo es un profesor?"

¿Cómo es un profesor?

Los profesores son como velas rojas,

iluminando el camino del conocimiento.

¿Cómo es el profesor?

Los profesores son como la lluvia primaveral,

dejando caer fragmentos de conocimiento en nuestros corazones.

¿Cómo es el profesor?

Los maestros son como jardineros,

cultivarnos jóvenes para convertirnos en un árbol del conocimiento.

¿Cómo es el profesor?

Un maestro es como una llave de oro.

Condúcenos a los ignorantes al tesoro del conocimiento.

¿Cómo es el profesor?

Las maestras son como nuestras madres,

nos acompañan todos los días y nos cuentan algunos conocimientos coloridos.

2. "Envía flores"

Tú ofreces una flor,

Yo ofrezco una flor,

Tejemos una A grande. corona,

dedicada a mi querida maestra y madre.

Tú diste las semillas,

tan cálidas como el sol;

Fuiste tú quien usó tu sudor para regar las plántulas.

Tus ojos son como estrellas brillantes,

Brillan con un brillo encantador;

Tus canciones son como arroyos de primavera,

Traían alegría a todos.

No importa a dónde vayamos,

Recordamos siempre cómo nos sentimos;

¿No importa a dónde vayamos?

Recuerda siempre tus palabras.

No importa a dónde vayamos,

Siempre recordaré tu amor

No importa a dónde vayamos,

Siempre lo haré; sé una de tus flores flor.

3. Poemas en alabanza a los docentes:

En septiembre se realizará según lo previsto.

Entonces, el mundo es brillante.

Cantamos septiembre,

porque ésta es tu fiesta eterna.

Recordamos septiembre,

porque esta es nuestra sincera confesión.

Septiembre es una copa llena de emociones,

La sostenemos en alto con las manos.

Con sinceras bendiciones,

Por favor, bebe.

La música de septiembre ya ha sonado,

Por favor, acepta nuestro regalo en septiembre.

Todos los profesores que están luchando en el frente educativo.

4. Poemas infantiles alabando a los profesores:

Otras personas obtienen oro de la vida.

Solo recibes flores.

Tu oro es el sol de la mañana.

Tu plata es la decimoquinta luna.

Pero aún así silbas alegremente.

Tu orgullo es la fragancia de melocotones y ciruelas