Concurso de poesía y prosa de invierno

En el frío invierno, la nieve es muy larga.

Cada casa es tan cálida como un sueño.

Caminé paso a paso, y mis huellas se reflejaban en la nieve.

Me acurruqué en un rincón, donde solo estaba mi cálido hogar.

Prendí una cerilla, ¡ah! Mis manos finalmente se sienten calientes,

Pero ¿por qué mi corazón sigue tan frío?

La cerilla débil ilumina mi sueño.

Espero obtener calidez, felicidad, comida, cuidados,

Pero ¿por qué no puede hacerse realidad?

Las lágrimas nublaron mis ojos y escuché una voz: Pobre niña.

¿Pero por qué no me ayudas?

Cierra lentamente los ojos, ¡cuántas ganas tengo de realizar mi sueño!

¡Ah! ¡abuela! Ven y recógeme.

Mi cuerpo se siente inusualmente cálido, pero ¿por qué mi corazón sigue tan frío?

Un paraíso lleno de flores primaverales, sin dolor ni tristeza.

Una voz flotó en mis oídos:

Hermanita, ¡eres tan lamentable!

¿Pero por qué no me ayudas?

Encendí una cerilla y, bajo la tenue luz,

me pareció ver el invierno en aquel juego helado.