Ejemplo: "¡No puedes probar tu punto, así que no discutas conmigo!" Este es un ejemplo clásico de apelación a la ignorancia. El hecho de que un polemista no pueda demostrar su punto no significa necesariamente que esté equivocado. )
Datos ampliados
Las dos formas más comunes de apelar a la ignorancia se pueden resumir en:
Algunas cosas no se explican claramente (o no se explican), por lo que no son ciertas.
Una hipótesis es correcta porque no hay evidencia suficiente para demostrarla.
Existe un proverbio en filosofía de la ciencia: “La falta de evidencia no es evidencia que falsifique”. Del mismo modo, la falta de evidencia para una hipótesis no puede usarse como evidencia para otra hipótesis. Cuando un hablante apela a la ignorancia, normalmente juzga que algo es falso o no digno de confianza y luego utiliza esta brecha cognitiva como "evidencia" de otra cosa en la que insiste.