1. Preste atención a cultivar la confianza en sí mismos de los niños. La confianza en sí mismo de un niño es el coraje para hacer cualquier cosa. Si un niño tiene poca confianza en sí mismo y baja autoestima, es posible que no se atreva a hablar frente a los demás y que tenga conductas y actitudes tímidas al interactuar con los demás. Por lo tanto, los niños necesitan desarrollar suficiente confianza en sí mismos desde una edad temprana, por lo que esta confianza en sí mismos debe verse afectada por el entorno. Por ejemplo, en la educación familiar, los padres deberían respetar más a sus hijos, incluida su autoestima, y darles comentarios positivos de manera oportuna.
2. Ser un modelo a seguir para los niños en la vida diaria. En la vida diaria, los padres deben ser modelos a seguir para sus hijos. Por ejemplo, si los propios padres son tímidos y tienen baja autoestima, es probable que este hábito o estado afecte a sus hijos. Por lo tanto, los padres deben utilizar o atreverse a expresar sus opiniones y actitudes ante algunas cosas, para dar un buen ejemplo a sus hijos y, en general, los niños tienen una capacidad de imitación relativamente fuerte. Si sus padres dan un buen ejemplo en el manejo de ciertas cosas, los niños inconscientemente imitarán a sus padres. En este proceso, la influencia de los padres sobre sus hijos será cada vez mayor y su propio deseo de expresión del lenguaje será cada vez más fuerte.
En resumen, el proceso de comunicación es un proceso interactivo. Los padres no pueden ignorar su influencia sobre sus hijos. Por lo tanto, los padres necesitan orientación y atención oportunas para los niños cuya capacidad de expresión lingüística se desarrolla lentamente.