La vida ocupada va y viene. Siempre quiero encontrar una tierra pura para mi alma, un oasis donde los árboles crezcan a la sombra. Incluso en lugares donde no hay luz del sol, mi corazón todavía se apoyará en la luz del sol brillante, sintiéndose tranquilo y pacífico. Mi corazón se ilumina de repente, como en este momento de tranquilidad. Mirando hacia atrás de repente, la vida es sólo una avalancha de viajes. Los años fugaces se escapan entre los dedos, dejando un poco de soledad y melancolía.
Las cuatro estaciones cambian constantemente y las plantas pueden crecer año tras año. Sin embargo, las cosas siempre son impredecibles y siempre hay tanta impotencia en la vida que entristece a la gente. Si es posible, permíteme aprovechar el tiempo que me queda de vida para hablar de un amor eterno, dejar pasar los años, coger una hoja verde del tiempo y contárselo a mi corazón.