Como profesor de secundaria, ¿cómo debería educar a estos jóvenes estudiantes?

A veces es difícil impartir bien una clase. Si quieres impartir bien una clase, especialmente una clase de secundaria, aquí existen muchas dificultades. Pero algo no se siente bien. ¿Cómo podemos educar bien a estos estudiantes de secundaria?

El primer punto: establece tu propia seriedad. Para tener un aula tranquila, debes establecer tu seriedad desde el principio. Este tipo de seriedad no es algo que pretendas ser, sino que te consideres un maestro y enfrentes a tus alumnos como tal. El deber del maestro es enseñar y educar a las personas, mientras que los estudiantes respetan al maestro y aman aprender. Si no establece su propia seriedad, será difícil controlar la disciplina en el aula y le resultará difícil asistir a clase en este momento.

Segundo punto: Si tu seriedad no ha sido establecida, o sientes que no puedes establecerla, puedes convertirte en un buen maestro y dejar que estos alumnos sientan su calidez y cariño, pero no puedes perder los estribos. en el proceso, porque perder los estribos arruina tu imagen.

El tercer punto: los estudiantes de secundaria son más difíciles de enseñar que los de primaria, son más juguetones que los de secundaria y tienen peor disciplina en el aula. Al mismo tiempo, también son ignorantes. Algunos estudiantes todavía regañan a sus profesores e incluso los amenazan. Si bien estos son sólo ejemplos, existen. Algunas clases de secundaria no toman en serio a sus profesores. En este momento, es poco probable que el maestro enseñe bien a los estudiantes, pero lo contrario no es imposible. Debido a que hay algunos estudiantes traviesos en cada clase, es casi su naturaleza amar jugar y causar problemas. En este momento, es necesario encontrar las contramedidas adecuadas. Por ejemplo, a muchos profesores les gusta mover a los estudiantes traviesos hacia atrás por temor a afectar a otros estudiantes. En realidad, esto no es bueno. Deberán trasladarse al frente y siempre a la vista del profesor. Esto tiene dos beneficios, es más fácil de gestionar y también les permite saber que el profesor no se ha rendido con ellos. Mientras se controle a los estudiantes traviesos, el resto será fácil de controlar.

La dificultad de enseñar a los estudiantes de secundaria es un dolor de cabeza para los profesores. Como profesora de clase, tengo mucho trabajo. No sólo tengo que enseñar bien, sino que también tengo que ser responsable de la seguridad de los estudiantes, por eso es difícil ser profesora de clase.