Elogie al maestro en oraciones paralelas.

1. El cielo es azul, la hierba otoñal es fragante, eres el paraíso en mi corazón; el agua es clara, las hojas de otoño son amarillas, eres las lecciones de mi infancia, los estudiantes son ruidosos, pero eres amable; eres mi eterno modelo a seguir; el podio es pequeño, me encanta volar, mis bendiciones fluirán por siempre! Maestro, ¡gracias por su arduo trabajo!

2. Algunas personas dicen que el maestro es la Osa Mayor más brillante del cielo y nos señala la dirección. Algunas personas dicen que el maestro es el manantial más fresco de la montaña, que riega nuestros árboles jóvenes con néctar fragante; otros dicen que el maestro es una hoja exuberante que protege nuestras futuras flores y huesos con su fuerte cuerpo.

3. De la gente común a los funcionarios y generales, de un movimiento a galopar en el campo, de caminar hasta volar en el cielo, de balbucear a cantar en voz alta, de señalar a la cara al talento literario, de sumando Desde la resta, la multiplicación y la división hasta operaciones fluidas, ¿quién no aprecia el alimento del maestro? ¿Quién nunca ha experimentado el corazón de un maestro? ¿Quién no quiere probar el buen vino del profesor?