Esto hace que el suelo sea más fértil mediante: un proceso conocido como fijación de raíces negras.
Las bacterias que viven en los nódulos de las raíces de la soja convierten el nitrógeno atmosférico en compuestos nitrogenados que la planta puede metabolizar. Este proceso se llama fijación de nitrógeno y hace que el suelo sea más fértil.