Los niños sordomudos y con retraso mental son mucho más difíciles de entrenar que los niños sordos normales debido a su bajo coeficiente intelectual, su escasa capacidad receptiva y su comportamiento extraño. Por lo tanto, el tratamiento de estos niños sordos debe adoptar un enfoque doble: corregir los malos comportamientos y enseñarles la audición y el lenguaje. En comparación con los niños normales, los niños sordomudos generalmente se comportan de manera anormal, como agacharse en las esquinas, realizar actividades excesivas, golpear a las personas sin motivo, golpear las paredes, morderse los dedos, morderse los brazos, etc. Algunos niños no están en sintonía con su entorno. Estos comportamientos anormales deben corregirse rápidamente.
Por ejemplo, reduzca la estimulación, finja no prestar atención y no recuerde, para no agravar y continuar el mal comportamiento, pero debe prestar atención a tomar medidas de protección para prevenir que los niños sordos con retraso mental de hacerse daño a sí mismos y a otros niños sordos. Al mismo tiempo, se deben diseñar actividades más vívidas para desviar su atención, a fin de no brindar oportunidades y tiempo para los comportamientos anormales de los niños sordos con retraso mental, y lograr gradualmente el propósito del olvido.