La diferencia entre infarto cerebral y sordera súbita

El infarto cerebral aterosclerótico se refiere a la aparición de aterosclerosis y trombosis en el sistema arterial del cerebro (principalmente el sistema de la arteria carótida interna-arteria cerebral media o el sistema de la arteria vertebral-basilar), que estrecha y bloquea la luz arterial, lo que conduce a una necrosis local del tejido cerebral en el área de suministro de sangre arterial. Clínicamente, se manifiesta como síntomas repentinos de déficits neurológicos locales como hemiplejía, hemiplejía y dificultad para hablar. Originalmente se llamó trombosis cerebral. La enfermedad es la enfermedad cerebrovascular más común y representa el 70% de las enfermedades cerebrovasculares. La tasa de incidencia es alta en personas mayores de 55 años y los hombres son más altos que las mujeres.

La sordera súbita, también conocida como “sordera súbita idiopática”, denominada “sordera súbita” o “sordera súbita”, hace referencia a una sordera neurosensorial repentina de causa desconocida. Las principales manifestaciones clínicas son la pérdida auditiva unilateral, que puede ir acompañada de tinnitus, tapones para los oídos, mareos, náuseas y vómitos.