Esta brecha sigue siendo grande por muchas razones. Los niños quieren la libertad de elegir a sus propios amigos, elegir sus propias clases escolares, planificar su propio futuro, ganar y gastar su propio dinero y, en general, llevar sus propias vidas de una manera más independiente de lo que muchos padres permiten. Además, los niños pequeños quieren ser comprendidos por sus padres, pero la mayoría de los padres no entienden del todo a sus hijos. Consideran que es su deber educar a sus descendientes en las creencias tradicionales. Quieren que sean obedientes y que les vaya bien en la escuela. Por lo tanto, los malentendidos a menudo surgen de la tendencia de los padres a interferir en las actividades diarias de sus hijos.
En mi opinión, la mayoría de los problemas entre padres e hijos pueden resolverse si ambas partes trabajan juntas para mejorar el entendimiento mutuo.
Hoy en día suele existir una falta de comunicación entre padres e hijos. Los niños suelen quejarse de que sus padres están anticuados. Los padres no están de acuerdo con las palabras y los hechos de sus hijos, lo que genera una gran brecha generacional. Hay muchas razones para esta brecha generacional. Los niños quieren vivir una vida más independiente de la que les permiten sus padres: libertad para elegir a sus amigos; libertad para elegir sus propios clubes en la escuela; libertad para describir su futuro; libertad para gastar su propio dinero; Por supuesto, los niños pequeños también quieren que sus padres les entiendan. Pero no la mayoría de los padres comprenden a sus hijos. Creen que es su deber educar a las generaciones futuras para que establezcan creencias tradicionales. Esperan que sus hijos puedan ser filiales en casa y estudiar bien en la escuela. Por lo tanto, la incomprensión surge a menudo cuando los padres interfieren deliberadamente en la vida diaria de sus hijos.
Creo que la brecha generacional entre padres e hijos se puede resolver mediante el entendimiento mutuo.