La osteoporosis es una enfermedad de baja masa ósea y destrucción microestructural, que conduce a fracturas mínimamente traumáticas.
Las características clínicas incluyen dolor, pérdida de altura y fracturas. El dolor puede estar presente por primera vez. La fractura es la única consecuencia clínicamente relevante de la fragilidad ósea. Los sitios comunes de fracturas relacionadas con la fragilidad incluyen los cuerpos vertebrales, los antebrazos distales y los fémures proximales, pero debido a que los huesos de las personas con osteoporosis son tan frágiles, otros sitios, como las costillas y los huesos largos, también son susceptibles a fracturas. Las fracturas por compresión vertebral son las fracturas relacionadas con la fragilidad más comunes. Aproximadamente un tercio de las fracturas vertebrales causan suficiente dolor como para requerir atención médica, y la mayoría de ellas se descubren sólo cuando hay pérdida de altura o deformidad de la columna (cifosis). La deformidad espinal grave puede provocar disfunción respiratoria.
Prevención
La suplementación con calcio es la clave para prevenir y tratar la osteoporosis. Las personas de todas las edades, incluida la infancia y la adolescencia, deben aumentar el calcio en su dieta.
Las personas de mediana edad necesitan medirse su masa ósea cada año. La prevención de caídas y la educación son importantes en la osteoporosis. Complementar el potasio y la vitamina D puede beneficiar a las personas con osteoporosis.