2. Cree un entorno de intercambio para los niños. Los padres pueden invitar a otros niños a jugar en casa para crear oportunidades para que sus hijos se lleven bien con otros niños. Por ejemplo, si invita a otros niños a ser invitados, al principio puede resultar difícil para los niños compartir sus juguetes y libros con amigos, pero a medida que aumenta el número de veces, los niños gradualmente sentirán la alegría de compartir con los demás y recordarán. animarlo después de compartir y elogiar al niño. Los niños a quienes se les anima estarán más dispuestos a compartir la próxima vez.
3. Evitar sermones y dejar que los niños aprendan a compartir y cooperar a través del juego. Al principio, a los niños les resultará difícil aceptar la palabra "compartir". Sin duda, compartir es algo doloroso y, a veces, incluso si haces lo mejor que puedes, muchos niños no te escuchan. Puedes participar en minijuegos. Al salir a jugar, los padres pueden pensar en un juego interesante y llevar a sus hijos a jugar juntos. Para esos "matones", los padres no deben dejarlos jugar con otros niños por miedo a meterse en problemas. Guíe a los niños para que participen en juegos grupales, como jugar a las casitas y atrapar gallinas. Dígales que la intimidación y el egoísmo harán que el juego sea imposible. Sólo compartir y cooperar puede hacer que el juego se desarrolle sin problemas y obtenga felicidad.