En 2003, los activos totales de Citigroup ascendían a aproximadamente 200 mil millones de dólares, lo que lo convertía en el grupo financiero más grande del mundo. Como hijo de inmigrantes judíos, el presidente del grupo, Sandy Weill, superó innumerables dificultades y prejuicios profundamente arraigados del mundo exterior para construir con éxito el imperio financiero más grande del mundo y fue seleccionado como el "Mejor CEO del año 2002" en los Estados Unidos. Aunque Wall Street se burló de la empresa original de Sandy Weill como "carne en conserva con lechuga", aun así creó el primer pico de su carrera: Hilson Company. Sin embargo, lo que lo recibió a continuación fue que lo expulsaron de la empresa que tanto había trabajado para dirigir y se quedó sin nada. ¿Quién hubiera pensado que este hijo de inmigrantes judíos construiría una carrera aún más gloriosa para sí mismo, el Imperio Citigroup, en medio de la exclusión y el desprecio de las fuerzas "ortodoxas" de Wall Street?